Esta obra se compone de 16 fotografías propias, en tamaño 13x18 tomadas espontáneamente sin previsualizar que serían intervenidas. La elección de las fotografías que intervengo se genera al momento de ser reveladas por primera vez. La construcción de una nueva imagen surge de la contingencia del encuentro de la imagen en el papel y mi imaginario, escogiendo ahí los detonantes de una parte del proceso creativo. Es solo a través del agujerear y traspasar la fotografía, que surge lo nuevo, se re-vela una nueva imagen.
En un mundo donde todo parece ser imagen, donde todo parece ser expuesto, pero a la vez, es esa misma totalidad que se impone la que genera un velo que parece imposible de traspasar, me pregunto; ¿Cómo agujerear esa totalidad? Cómo instalar una posibilidad que permita extraer algo de lo singular? Si lo total se expresara en blancos y negros, introducir el color surge como posibilidad de extraer detalles singulares que conformen una nueva forma de ver. Proponer otro velo a una imagen ya expuesta a la luz, una nueva versión de la misma, reversionando desde un imaginario singular que introduce el color y la textura como lo ajeno, como una otredad participante pero dentro de la misma imagen, como si ésta fuese nuevamente revelada.
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